martes, abril 29

TENGO LA CABEZA PERDIAAAAAAAAAAAA!

Noto que va lentaaaaaaaaa muuuuuuuuuuy muuuuuuuuuuuuuuuy lentaaaaaaaaaaaa.
Se que me quejo de vicio, ¡que le vamos a hacer, yo soy así!

Tanto me molesta lo mucho como lo poco. ¡O divina virtud de la que carezco: MODERACION¡
Bueno… y PACIENCIA tampoco, aunque no venga a cuento. ¿O sí?

Siempre me ando quejando de lo rápido que funciona mi cabeza, de la de vueltas que le doy (aunque sean poco aprovechables para el común de los mortales a mi me valen), que si no sé dejar la mente en blanco, que si siempre estoy liada con algo…. ¡QUIERO QUE VUELVAAAAAA!
Yo no puedo estar tan espesa, no puedo pensar así de despacito y que todo me cueste un mundo. Poder puedo, las cosas como son, ¡PERO NO QUIEROOOOO!

Quiero volver a ser yo.

Los que me quieren bien dicen que estas “paradas forzosas”, son por mi salud mental, mi propio cuerpo se autorregula para que la actividad cerebral media cuadre.

Pero una vez más compruebo que mi cuerpo y yo no jugamos en el mismo equipo, no sabría decir si tan siquiera practicamos el mismo deporte.

Además el tema me preocupa, siempre he pensado que el fin de mis días (sean cercanos o lejanos) será con la cabeza ida, ese es mi temor… que esto vaya a más y sea el principio del fin de mi escasa “lucidez”. Porque seamos sinceros, puede que los demás no, pero yo me conformo con lo que tengo en condiciones normales.

Con lo bonito que es perder la cabeza por AMOR y que yo la tenga perdíaaaaa por una vulgar migraña,… eso si, con auras visuales que una no es cualquier migrañosa.

viernes, abril 18

COSAS DE FAMILIA


…. Para empezar y no terminar en años…

Cuando hablo de las cosas de mi familia, me refiero a mi familia materna. Ni que decir tiene que la paterna también tiene sus cosas, pero sus dimensiones – en cuanto a número de miembros y por tanto a sus daños colaterales – son casi insignificantes.

Mi familia materna es un clan, así se denominan y así lo creen.

Con clara mayoría femenina entre sus miembros, el matriarcado se ejerce sin pudor desde hace cuatro generaciones… ¡Que yo sepa!

Entre sus normas más significativas podemos destacar:
־ Cualquier incorporación al clan (por vía matrimonial, ¡faltaría más!) tiene que pasar el visto bueno de los miembros en acto público, contando al menos con la mitad de los miembros de dicho clan. Si esto no fuera así, se les castigará con el más severo ostracismo social.
־ Existen pesos pesados en cuanto a la emisión de dictámenes y juicios. Este cargo se heredará de madres a hijas por siempre jamás.
־ Los papeles ya vienen designados desde la cuna y son heredables... (los/las responsables, crápulas, ovejas negras, etc.)
־ Las visitas en caso de enfermedad, están institucionalizadas y se pasa lista. ¡Ni que contar en caso de funerales!
־ Las fiestas de guardar son: bodas, bautizos, comuniones e invariablemente el día de los pestiños (durante este último se iniciará a los jóvenes miembros de clan). Existen eventos alternativos dependiendo del calendario de festejos que se hayan vivido ese año, como pueden ser el día de las primas, comidas de mujeres, etc.

Pero no todo es malo, la incondicionalidad que se practica tiene sus ventajas:
־ El sentimiento de arraigo es agradable en algunas ocasiones.
־ La red de apoyo social es practiquísima.
־ Y tienes garantizado un nivel de eventos sociales a prueba de aburrimiento.

Ni que decir tiene que, BAJO NINGUN CONCEPTO, puedes abandonar el clan, (sinceramente llegado este punto ya lo podemos llamar secta) yo lo he intentado y ha sido imposible. Y además... cómo hacerlo si soy una de las ¡HEREDERAS!

lunes, abril 14

SECRETOS A VOCES (O NO)


Que verdad tan grande aquella de que valemos más por lo que callamos que por lo que hablamos, sin embargo parece ser que hoy en dia se nos valora más por lo que contamos ….!y esto definitivamente no es bueno!

Por esa misma razón mis secretos no son compartidos…. Son míos y sólo míos. Ya se que soy rarita, pero no tengo la necesidad de compartirlos con nadie. No me gustaría ser totalmente transparente ni que nadie tuviera la clave de mi existencia.

Aunque bien es cierto que tampoco tengo secretos que merezca la pena matar por ellos, si soy consciente de que manejo información muy codiciada, a nivel personal y a nivel profesional... (Ahí lo dejo....)

Y que conste que yo nunca pregunto. Es otra de mis normas. No pregunto, y si no pregunto, no tienen porque mentirme, lo que me quieran contar es por voluntad propia… lo que según mi punto de vista tendría que evitar el engaño y la manipulación. Luego resulta que esta teoría al ser muy personal no te salva de manipulaciones ni artimañas.

El caso es que colgado sobre mi cabeza debo llevar un cartel luminoso que dice…. ¡CUÉNTAMELO!

Me mata el… “te lo cuento a ti… pero no se lo cuentes a nadie… confío en tu discrección…”
Pero vamos a ver ¿que se pretende con estas confidencias? Descargar el peso de ellas sobre los demás y que así la carga sea más llevadera. ¿Ponerte a prueba? Yo creo que ninguno de los fines que se persiguen son nobles así que NO ME GUSTAN LOS SECRETOS/LIOS/COTILLEOS.

¡Y es que la gente tiene un gusto por el chisme!…!Ay Dios mío¡

Tengo yo una teoría al respecto: si tu vida está vacía, llénala a costa de la de los demás.

Esto ocurre entre tus vecinos, amigos, familia, compañeros…. en cada grupo existe, en el mejor de los casos, un individuo (el sexo es indiferente) especialmente dotado para dicha actividad.

Y podría hablar de casos concretos…. ¡pero que le voy a hacer....soy tan DISCRETA!

viernes, abril 4

LAS PRIMERAS IMPRESIONES

¿Suelen fallar las primeras impresiones?

Según me han comentado, en cuanto a mi imagen se refiere, se suele prestar a mala interpretación.
La verdad es que practico ese equívoco y creo que en cierto modo me proporciona ventaja. Aún así tendré que aprender a desarrollarlo un poco más. Yo pensaba que soy de las que se las ve venir y desde bien lejos, aunque los últimos acontecimientos me demuestran que no.

Pensándolo bien me encantaría el… “Lo que hay es lo que ves”… es comodísimo. Así no hay lugar a malas interpretaciones y malos rollos, eso si, perderíamos mucha de la sal de esta vida.

En cuanto a las “primeras impresiones” que yo recibo… eso es otro cantar.
Intento no dejarme llevar por ellas, de hecho lucho contra ellas, pero al final termino perdiendo el tiempo y la razón, y no me queda más remedio que admitir que esa primera impresión era la correcta. ¡QUE CORAJE ME DA TENER RAZON¡

La explicación que más me convence sobre este asunto (la dichosita mania de buscar a todo una explicación) se basa en el conocimiento, o mejor desconocimiento, que tenemos sobre nuestro cerebro; estas señales que recibimos y no sabemos aún interpretar y que terminan todas en el saco de la llamada INTUICION (o sexto sentido en el caso femenino).

Así que, ya no me preocupo cuando me llaman bruja (¡en el buen sentido¡, aunque casi seguro que son más las veces que me lo llaman en el malo). Se que tengo poderes y los pondré al servicio del… (Bien o el mal…. ¡Ya lo pensaré mañana¡)

Aaaaaaaaah! todo esto sin hablar del tema físico que ese es un tema aparte.