miércoles, febrero 20

GRUÑONA

Yo no soy así y no me gusta serlo.

Me estoy volviendo gruñona, impertinente, amargada .... y lo que es peor: desencantada.

Estoy perdiendo la fe en las personas y en mí.

Estoy completamente segura que es consecuencia del trabajo. Pero ¡claro! es que 8 horas al día en esa dinámica luego llego a casa ... y no puedo parar.

¡Total que me esta afectando! Y NO QUIEROOOOOOOO

Que yo soy encantadora y amable, siempre con una palabra de ánimo y optimista. La alegría de la huerta.

¿O quizas no? ¿Sería esta mi verdadera personalidad y la he estado ocultando durante años?

Lo malo de esto, es que una se acostumbra y termina arrastrada por la corriente.

Dicen que si es el tono, dicen que soy muy directa ....

Eso va a ser la inteligencia emocional o el riego - ¡seguro!

¡Bueno! que voy a tomar medidas : a ver si me relajo, bajo un poquito la guardia y dejo de ir siempre contracorriente.... a ver si voy a ser yo más que la ministra "antes partía que doblá"

jueves, febrero 7

FIRMES PROPOSITOS

Al día de hoy desde luego son firmes.

Aunque como ya me conozco, es probable que dentro de poco tiempo (dos semanas lo más tardar) se me hayan olvidado estos propósitos de enmienda.

Esta vez se circunscriben al ámbito laboral y son consecuencia de un intercambio de opiniones (algo subido de tono) entre una compañera y yo.

Desde chiquita tengo la fea costumbre de erigirme en salvadora de la humanidad. No me gustan las injusticias y suelo combatirlas, con el consiguiente gasto de energía y frustración que ello conlleva.


El caso es que no busco reconocimiento y recompensa por ello, simplemente no lo puedo evitar.

Pero en momentos como estos, es cuando definitivamente recapacito e intento que mis “buenas intenciones” no sigan proporcionándome berrinches descomunales.

Pues eso que aún me queda tiempo para corregirme y espero que esta vez mis palabras no se las lleve el viento….. A Dios pongo por testigo!