Y lo cuento como un triunfo.
Se supone que pasaría estos días descansando tranquilamente en casa; había hecho el firme propósito de no conducir ni un sólo día, de no ver a nadie, de no pisar un centro comercial, de no coger el móvil. Tenía una lista de cosas pendientes de hacer (repasar pelis favoritas, escuchar cd´s completos ... hasta ordenar cajones) por si llegado el momento me aburría, !JA¡. Sólo una ilusa como yo podía confiar en ello.
El viernes ya deseaba desesperadamente volver al trabajo.!Necesito descansar¡.
Yo soy de esas que cuando bajo la guardía y me relajo, todos los virus del mundo aprovechan para cebarse conmigo - maldito catarro-. Pues eso y las numerosísimas visitas que he recibido estos días han llevado al traste el descanso planeado.
Resulta que la ídilica ubicación de mi casa motiva a amigos y familiares a pasar el día en ella. !Que le vamos a hacer¡La verdad es que yo encantada, pero !por favor!, !un poco de orden!, !no se amontonen!. !Y respeten mis virus!
Estas vistas desde casa lo explican todo: mis ganas de disfrutarlas y las visitas recibidas.
2 comentarios:
Te entiendo, pero seguro que eres de las personas que necesitan estar rodeadas de otras personas. En el fondo somos el lazo de union de "nuestra" gente.
Gracias por se mi primer comentario. !QUE ILUSION¡
Lo que más me gustaría es que además fuera de alguien que no me conoce... así tendría más mérito el que lo hubiera clavado!
Besitos y gracias
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