Yo no soy así y no me gusta serlo.
Me estoy volviendo gruñona, impertinente, amargada .... y lo que es peor: desencantada.
Estoy perdiendo la fe en las personas y en mí.
Estoy completamente segura que es consecuencia del trabajo. Pero ¡claro! es que 8 horas al día en esa dinámica luego llego a casa ... y no puedo parar.
¡Total que me esta afectando! Y NO QUIEROOOOOOOO
Que yo soy encantadora y amable, siempre con una palabra de ánimo y optimista. La alegría de la huerta.
¿O quizas no? ¿Sería esta mi verdadera personalidad y la he estado ocultando durante años?
Lo malo de esto, es que una se acostumbra y termina arrastrada por la corriente.
Dicen que si es el tono, dicen que soy muy directa ....
Eso va a ser la inteligencia emocional o el riego - ¡seguro!
¡Bueno! que voy a tomar medidas : a ver si me relajo, bajo un poquito la guardia y dejo de ir siempre contracorriente.... a ver si voy a ser yo más que la ministra "antes partía que doblá"
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