Puedo permitirme el lujo de repasar que tal fue el año con cierta objetividad.
No depender de una visión sesgada a mi fantasioso antojo que es lo que suele ocurrir cuando al final consigo acordarme de lo que he hecho durante este tiempo.
Porque esa es otra… soy la persona con peor memoria del mundo mundial, mira que ya tengo años, pues soy incapaz de recordar nada especialmente relevante en el transcurso mi vida (a ver, lo mismo es que tampoco hay mucho que recordar)… detalles si, en eso de los detalles soy la “number one”, pero no me preguntes por hechos o fechas que de esas ni una… ¡Que envidia me da la gente que escribe sus memorias!
Pensándolo bien esta deficiencia mental mía tiene sus ventajas, no me acuerdo ni de lo bueno ni de lo malo, soy incapaz de guardar rencor por nada y no es bonhomía, es que no retengo... que no retengo, que me da pereza, que no, vamos, que no…
Lo mismo el problema radica en el nivel que pongo a las reseñas que quiero hacer a mi vida, en que todo lo que no sea descubrir la penicilina, escalar el Everest o pisar la luna, para mi no es significativo. Ya me lo dice mi madre…!Te tienes en más consideración de lo que eres¡ (¡Horror, terror y pavor!)
¡Que conste que no me quejo!
¿Qué hay de malo en seguir esperando encontrar ese deporte en el que destacar (…) para poder ir a las próximas olimpiadas?
Y que conste también que soy de las que vive todo con una pasión arrolladora, el día a día para los que me rodean es agotador, pero es que yo siempre quiero mássssss.
A lo que iba, que si tengo que repasar las cosas relevantes de este último año en mi vida…… pssssssss……. pues no encuentro nada.
No he inventado nada, no he descubierto nada, no he pisado nada…
A ver si el año que viene se me da un poquito mejor en estos aspectos… yo creo que la cosa promete, hay que tener en cuenta que vuelve a quedar tiempo hasta las próximas olimpiadas.
