Teniendo en cuenta mi escasa aportación al mundo hasta el día de hoy, se puede comprender que esté disfrutando del momento.
No tengo hijos, no he escrito un libro y lo de los árboles…
Que satisfacción produce el trabajo bien hecho que la dedicación, el cuidado y el mimo tengan sus frutos.
Cientos de miles de euros, cientos de kilómetros, horas y horas de trabajo de varias personas a las que reconozco su ayuda y esfuerzo para llegar hasta aquí…
Mi primera lechuga….
Gracias a todos los que me han apoyado y han creido en mi, próximamente nos deleitaremos con el fruto de tanto esfuerzo.
2 comentarios:
Bueno, una lechuga es como un arbolito en pequeño del que se puede aprovechar casi todo.
Prodígate más mujer, que se tea ñoraba.
Esa añoranza me hace casi más ilusión que la lechuga. ¿A ver si estoy sembrando algo más que lechugas?, la verdad es que os sigo - de eso no puedo prescindir - pero lo mio lo dejo siempre para el final. Besos
Publicar un comentario