Habría sido una oportunidad para volver a vernos todos y seguir la pista sobre lo que nos ha pasado durante los últimos meses. La bulla, el escándalo y las risas lo invadirían todo porque hijos, nietos y biznietos forman mucho ruido.
¡Pero no estoy triste¡
No lo estoy porque cuando uno llega a los 86 años rodeada de familia y amigos, de gente que te quiere y a la que quieres, con la cabeza lúcida y sin más achaques de los propios de la edad, no se puede estar triste porque tus días lleguen a su fin. ¡No sería justo¡
Eso no quita que la eche de menos y que sueñe con ella muchas noches, y es que sus “caídas” dejan huella. Aquí dejo una muestra por si el Alzhéimer.
….
reunión familiar donde se plantea como le vamos a contar que una de sus nietas con 17 años se ha quedado embarazada y va a casarse (cosas de pueblo) en 15 días
….
se presentan la madre de la afectada y la afectada, no le dicen que está
embarazada pero sí que se va a casar en dos semanas, …que si las cosas de la
juventud, … que si es normal en estos días….
Y allá va su contestación,“Hijas mías, es que en esos momentos una se pierde”
¿Es o no genial?
Por esto y por todo lo demás. Paquita, te quiero y te echo de menos. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS¡
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