lunes, julio 21

ME PONE ATACÁ

Lo voy a enfocar con prudencia, con respeto y con un poquito de gracia (¡que maldita la que a mi me hace!). Pero es que como no sea así….

No se si debo dejarlo por escrito… (podría ser una prueba en mi contra)

Pero como esto del blog es una terapia…. ¡Allá va¡

Al día de hoy hay tres personas en este mundo que me ponen muy nerviosa:
Mi cuñada.
Mi suegra.
Una compañera de trabajo.
Los motivos son los mismos para todas: Me cuesta muchísimo tratar con ellas y lo peor es que dadas las circunstancias las tres son difíciles de evitar.

Ahora que lo pienso … supongo que el que la cosa sea mutua implicará para ellas algún que otro descalabro, no?... ¡Ya me siento mejor¡

Normalmente cuando me encuentro con personas de este tipo, con apartarlas de mi camino soluciono el problema, pero ese remedio para estos casos se me antoja imposible.

Son caracteres muy particulares que no se llevan bien con el mío:

־ A mi me gusta la gente clarita y que no ande con dobleces. Sí por delante y sí por detrás, así sabemos todos a que atenernos. Me agota el tener que pensar … como vendrá hoy?… de buenas? de malas? de retorcidas? No poder hablar con claridad por temor a como lo retorcerán…
־ Tampoco comparto ese afán reivindicativo constante: La mejor esposa, la mejor madre, la mejor trabajadora, la más sufridora, la más amiga, la mejor, la más, la mejor, la más… ¡los demás nunca podremos estar a la altura¡

El caso es que me agotan, física y mentalmente. ¡Espero que yo a ellas también¡.
Afortunadamente la probabilidad de que coincidan entre ellas es rarísima, por lo que mi salud mental está hasta cierto punto a salvo. No quiero ni pensar en las tres unidas contra mi... ¡que horror! ¡Cuanto poder!

A las tres las sufro en silencio por razones fácilmente comprensibles.

El tiempo las va poniendo a cada una en su sitio, aunque en mis mejores sueños, cual vengador justiciero, soy yo la que mediante una actuación ejemplar las devuelve al lugar del que nunca debieron salir.

¿A caso soy yo la única que reconoce el mal?

2 comentarios:

anselmo dijo...

yo reconozco que me es muy difícil decir las cosas a la cara sobre todo si lo qeu tiene que escuchar el otro no le va a gustasr..tiendo a suavizar mucho.

PAZ dijo...

Pero si el problema que tengo con ellas es precisamente ese,.... que tengo que callarme las cosas que les diría a la cara, no por el daño que a ellas les produzca sino por el que produce a la gente que quiero y esta a su alrrededor.
Y como la energía no crea ni se destruye sólo se transforma.... a mi se me hace un nudo en el estómago que a los tres días somatizo en forma de jaqueca, ataque de nervios.... etc...